La pedantería del arte y la cultura
- Kenia Morales Encinas
- 29 oct 2022
- 2 Min. de lectura
Por @KeniaMetztli
Estimadas/os lectores, en esta ocasión les compartiré algunas líneas a causa del erróneo síntoma social, de usar el adjetivo de pedantería o peor aún de fifís, para todos aquellos que de una forma elegida o impuesta en su profesión están ligados a la cultura y las artes. Remontemos al significado de la palabra esnobismo, que, de acuerdo a la Real Academia Española, la palabra esnob, es la adaptación gráfica de la voz inglesa snob: [persona] que imita con afectación las maneras, opiniones etc., de aquellos a quienes considera distinguidos. De tal forma, podemos entender el uso discursivo y político que se le ha dado en México, al referirse a las personas de la clase media que “supuestamente” aspiran a una clase mayor, a causa de su clasismo, el mismo que reniega de su origen indígena, discurso que es sumamente equivocado y tiene el objetivo de generar desacuerdos entre los ciudadanos.
Pero como se explica la relación del esnobismo con las artes, pensemos que un referente de una persona gustosa de las artes es el ser intelectual, y conocedora, que viaja, por lo que se dice coloquialmente, que tiene mundo y es de gustos exclusivos, lo que es arriesgado ya que se tiende a confundir, porque, el ser intelectual no es sinónimo del ser una persona culta y mucho menos educada. Toda vez que, el ser intelectual se asocia con un poder adquisitivo alto o desahogado, pero esta errónea idea del relacionar el poder adquisitivo con el acceso a las artes viene del siglo pasado, en el que, en medio de dos guerras mundiales, en los países occidentales las grandes mayorías poblacionales tenían otras prioridades, como el sobrevivir, de tal forma que aquella persona que guardaba libros y arte, se asociaba a que tenía los medios y el tiempo para hacerlo. Sin considerar que para algunas personas que eran minoría en la población como parte de su sobrevivencia, estaba el resguardo del arte, ya que está representaba para ellos su vida, pero reitero era una minoría de la población. Al tiempo, ya a finales del siglo pasado, en el auge de la guerra fría, la doctrina de los gobiernos socialistas afirmaba, que no debe de existir la acumulación de bienes por particulares, ya que debe de existir en la sociedad, una igualdad política, social y económica. Bajo esta revisión histórica en el México actual, de forma errónea se considera que la persona que tiene acceso a los eventos de expresión artística y culturales, es porque es un fifí, y de peor forma, se juzga al creador o artista, que en muchas ocasiones se desvalora su trabajo. En conclusión, ante este erróneo, uso del esnobismo con fines políticos es recomendable recordar que, como parte de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 se reconocen los derechos culturales para todas y todos, no solo para los esnobs.
¡Nos leemos!

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